
- Anoche soñé contigo.
Esa nimia frase hizo que el corazón de Daniel comenzara a vibrar de manera frenética, bombeando descontroladamente sangre a todas las partes de su cuerpo, haciendo trabajar a su músculo motriz como si ese fuera el último segundo de vida que le quedara. Como si el mundo fuera a acabarse tras esa declaración.
- ¿Qué fue lo que soñaste? - consiguió preguntarle cuando en su cabeza dejo de retumbar el golpeteo de su pecho.
La chica sin nombre se mordió el labio inferior juguetonamente, dejando que el silencio se instalara entre ellos durante unos segundos, que los abrazara y hundiera dentro de su manto protector, y después suspiró con coquetería en el momento justo de fundir sus miradas.
- Que me besabas. Despacio, suavemente, entregándome tus suspiros y obligándome a derramar los míos propios - la chica sin nombre notó como los ojos de Daniel le recorrían los labios, una y otra vez. Deseando algo que no era capaz de pedir -, mientras que me prometías retazos de cosas irreales.
- ¿Qué cosas? - suspiró el muchacho, hundido por completo en la telaraña del hechizo que ella había tejido alrededor de él.
La chica sin nombre penetró en el fondo del alma de Daniel con el poder de su mirada marina y le asestó un último golpe certero al centro del alma:
- Que podría llegar a importarte.
Esa nimia frase hizo que el corazón de Daniel comenzara a vibrar de manera frenética, bombeando descontroladamente sangre a todas las partes de su cuerpo, haciendo trabajar a su músculo motriz como si ese fuera el último segundo de vida que le quedara. Como si el mundo fuera a acabarse tras esa declaración.
- ¿Qué fue lo que soñaste? - consiguió preguntarle cuando en su cabeza dejo de retumbar el golpeteo de su pecho.
La chica sin nombre se mordió el labio inferior juguetonamente, dejando que el silencio se instalara entre ellos durante unos segundos, que los abrazara y hundiera dentro de su manto protector, y después suspiró con coquetería en el momento justo de fundir sus miradas.
- Que me besabas. Despacio, suavemente, entregándome tus suspiros y obligándome a derramar los míos propios - la chica sin nombre notó como los ojos de Daniel le recorrían los labios, una y otra vez. Deseando algo que no era capaz de pedir -, mientras que me prometías retazos de cosas irreales.
- ¿Qué cosas? - suspiró el muchacho, hundido por completo en la telaraña del hechizo que ella había tejido alrededor de él.
La chica sin nombre penetró en el fondo del alma de Daniel con el poder de su mirada marina y le asestó un último golpe certero al centro del alma:
- Que podría llegar a importarte.
Las luces de la tarde languidecen imperturbables sobre un cielo límpido que por momentos se va tornando más y más oscuro, pero a Daniel eso no le importa. Él ya no está sentado sobre un frío banco, en mitad de una calle nevada, sino que ha sido transportado al mundo etéreo que regentaba su chica sin nombre.
Donde todo es posible con el poder de una simple mirada.
Donde todo es posible con el poder de una simple mirada.
buena forma de seguir
ResponderEliminarhacia mucho que no daban señales de vida estos personajes
saludos
Mágico... Incluso a mí se me antojó un beso...
ResponderEliminarBeshos!
A mí también me ha gustado mucho.
ResponderEliminarSaludos
...que podría llegar a importarme...ufff
ResponderEliminar...es delicioso...
¿Dónde se había metido a chica sin nombre?
ResponderEliminarSeguro que todavía siente ese beso
preciosa toda la entrada.
ResponderEliminarla foto es maravillosa.
bonito lugar para ir... :)
ResponderEliminarQue mejor imagen de silencio que dos labios acercandose en busca de un calido beso.
ResponderEliminarhum.. dan ganas de pintar esa escena de colores.. creoq ue al chica de blanco y negro deberia plantearselo... ^^
ResponderEliminarme gsuta que vuelvas!! pero hazlo mas a menudo.. ^^
WOW me he quedado sin palabras, deveras que esta hermoso, y la imagen esta preciosa
ResponderEliminarun beso para la chica en blanco y negro
Me encanta (:
ResponderEliminarEmpecé a seguir tu blog desde hoy :)
ResponderEliminarLindos posteos..
Me encanto esta entrada..
ResponderEliminarte invito a pasar por mi blog.. a ver que piensas
Es difícil saber que tiene más poder: la fuerza de la mirada o la determinación de la palabra.
ResponderEliminarSe ve claro en tu relato: la combinación de ambas resulta mortal :0)
Un abrazo
Que bonito te quedó...
ResponderEliminarUn beso
muy lindoo!
ResponderEliminarde verdad..magicoo
todos sueñan con un beso asi...
Haz vuelto, que hermoso fragmento y sensación.
ResponderEliminarUn agrado, un encanto guiar mis ojos por estas líneas.
Cuídate y vuelve pronto.^^
me encanta. ahora me apetece un beso:) la chica sin nombre es tan mona.
ResponderEliminarMe pasmó lo que escribiste hoy...
ResponderEliminarMaravilloso.
Saludos
simplemente precioso
ResponderEliminarME ENCANTÓ TU BLOG ♥
ResponderEliminarNOS SEGUIMOS?