
Nervios. Eso era lo único que podía sentir Daniel desde que había abierto los ojos, horas antes, esa mañana.
Había escuchado hablar sobre las mariposas en el estómago, esas que aparecían de la nada cuando dabas con una persona lo suficientemente mágica como para provocarlas, pero nunca pensó cómo sería sentirlas en la propia piel. Como todo su cuerpo temblaría con sólo pensar en ella, en imaginarla a su lado. Y, sinceramente, no le parecieron mariposas.
Su estómago se encogía cada vez que pensaba en verla, cada vez que se imaginaba en ese banco, junto a ella, mientras poco a poco la iba conociendo, mientras que su mente divagaba cada vez más. Era incapaz de concentrarse de verdad.
En realidad ni siquiera había sido consciente de las conversaciones que había mantenido con sus amigos. Sabía que había ido a clase, que Sergio habló con él sobre...algo, pero todo resultaba demasiado borroso como si en realidad él no estuviera en su cuerpo. Como si otra persona le hubiera suplantado, arrancándole, sin previo aviso, de sí mismo y dejándole como un mero espectador que no sabía bien qué hacer.
Todo su mundo se había reducido a un banco, a un momento del día que aún estaba por llegar y del que no sabía qué ocurriría.
¿Ella de verdad estaría allí o sólo se trataba de una broma nefasta? O, lo que era aún peor, ¿ y si todo salía mal y no podía hablar con ella?
El timbre de salida rompió sus pensamientos, produciéndole un terror inexplicable. Las mariposas se multiplicaron, azuzándole el estómago; instándole, con gritos inexistentes, para que se reuniera cuanto antes con ella. Para que confiara en lo imposible:
Había escuchado hablar sobre las mariposas en el estómago, esas que aparecían de la nada cuando dabas con una persona lo suficientemente mágica como para provocarlas, pero nunca pensó cómo sería sentirlas en la propia piel. Como todo su cuerpo temblaría con sólo pensar en ella, en imaginarla a su lado. Y, sinceramente, no le parecieron mariposas.
Su estómago se encogía cada vez que pensaba en verla, cada vez que se imaginaba en ese banco, junto a ella, mientras poco a poco la iba conociendo, mientras que su mente divagaba cada vez más. Era incapaz de concentrarse de verdad.
En realidad ni siquiera había sido consciente de las conversaciones que había mantenido con sus amigos. Sabía que había ido a clase, que Sergio habló con él sobre...algo, pero todo resultaba demasiado borroso como si en realidad él no estuviera en su cuerpo. Como si otra persona le hubiera suplantado, arrancándole, sin previo aviso, de sí mismo y dejándole como un mero espectador que no sabía bien qué hacer.
Todo su mundo se había reducido a un banco, a un momento del día que aún estaba por llegar y del que no sabía qué ocurriría.
¿Ella de verdad estaría allí o sólo se trataba de una broma nefasta? O, lo que era aún peor, ¿ y si todo salía mal y no podía hablar con ella?
El timbre de salida rompió sus pensamientos, produciéndole un terror inexplicable. Las mariposas se multiplicaron, azuzándole el estómago; instándole, con gritos inexistentes, para que se reuniera cuanto antes con ella. Para que confiara en lo imposible:
Creer en las mariposas de colores que habitaban solamente en estómagos afortunados.
tenía mariposas hasta en la cabeza, hasta le salían por los ojos (todas de colores brillantes.)
ResponderEliminarbesitoo :)
Trae bonitos recuerdos de cuando he estado enamorado.
ResponderEliminarSaludos
Wow!, he estado leyendo tu blog, y tu relato de Daniel, me encanta como narras.
ResponderEliminarYa expectante para la próxima parte.. =D
que las mariposas le guíen :)
ResponderEliminarQue sensación más maravillosa, la de las mariposas en el estómago...
ResponderEliminarUn beso
Existen, claro que existen. Ojalá no existieran...
ResponderEliminarEsas pequeñas criaturas que eligen estómagos en el momento menos pensado.Y eligen a uno u otro. Ahora tu, ahora él/ella. Y producen un desbordamiento de sensaciones. Las llaman mariposas azules... Y de vez cuando salen a volar
ResponderEliminarTe acaricio?
ResponderEliminarno, tu me acaricias los oídos con bellas historias!
=) HUMO
Que miles de mariposas lo lleven a ella.
ResponderEliminarMer
por desgracia, existen, y existen millones y millones de estas malditas criaturas.
ResponderEliminarmuahh!
Que miles de mariposas lo lleven hacia ella.
ResponderEliminarMer
Ahora entiendo ese ruido de las chocando entre si.......
ResponderEliminarMuy bonito, un saludo
Me gusta Daniel :)
ResponderEliminarQué maravilloso tener el estómago lleno de mariposas...El corazón, rebosante de vida...Añoro esa sensación...
ResponderEliminarUn abrazo!=)
que bonito es cuando sientes esa sensacion, de tener maripositas en el estomago.
ResponderEliminarcuando te preocupas de esa forma por alguien es maravilloso.
bsos
Hay magia en las mariposas del estómago.
ResponderEliminarUn miau que vuela
las mariposas saben el camino, déjate llevar...
ResponderEliminarun beso enorme!
ese cosquilleo es tan dulce
hola
ResponderEliminarumm me encanta esa sensacion de las mariposas en el estomago y que solo puedas pensar en estar con la persona que te las produce sin que importe nada mas
besos
Y que tiernas son :)
ResponderEliminarOdio a esas mariposas que no dejan que me controle y hagan que diga estupideces. Pero, poco a poco, las estoy controlando.
ResponderEliminarEspero que Daniel tenga suerte, ya que parece que aquellas mariposas hasta se le reflejan en sus ojos.
saludos, muy bonito texto :)
Ojala pudiese ser un estomago afortunado
ResponderEliminarotra vez.
¿En el estómago? ¿Decían que sólo había mariposas en el estómago?
ResponderEliminarEntonces esos incultos no sabían a qué llamar amor.
Porque era una sensación de billones de millones de mariposas recorriendo todo todo cuerpo en un baile sin compás ni ritmo, era una sensación que no podía resumirse en el estómago de nadie...
esas mariposas que quieren salir volando, cuando la persona la tenemos a un lado
ResponderEliminarque sensación mas hermosa, me ha encantado :)
un beso:*
¿y la sonrisilla tonta que se nos escapa cuando las sentimos ahí, revoloteando?
ResponderEliminarAy, qué bonito!
Un saludo
Malditas mariposas! xDD
ResponderEliminarMe encanta es lo primero que leo de tu blog y ahora voy a leer lo demás
¿ y si todo salía mal y no podía hablar con ella?.....Que inseguridades!!
Me ha gutado mucho :)
PD: no entiendo mucho esot de los logs..¿me podrias decir como has colocado la imagen del titulo?...Gracias y un beso!!
Hoy me atacaron ellos.
ResponderEliminarEntonces soy uno de esos afortunados como Daniel...mariposas de incertidumbre aún danzan y vuelan por aquí...
ResponderEliminarabrazo
Entonces soy uno de esos afortunados...mariposas de incertidumbre danzan y vuelan por aquí...
ResponderEliminarabrazo
En algún momento de mi vida he sido afortunada....aunque por el momento no lo estoy siendo
ResponderEliminarHay veces que las mariposas están muertas en el estómago. u.U
ResponderEliminartienes mogollón de comentarios y supongo qe no tendras tiempo para responder este!
ResponderEliminarxo me encanta este blog!
me gusta muchisimo!
y este ultimo texto esta muy bien!^^
Para que confiara en lo imposible:
Creer en las mariposas de colores que habitaban solamente en estómagos afortunados.
esto es preciosoooooooo!!
:DDDDD
tener tantos seguidores no es coincidencia, ocupa bien tus palabras ya que así, cambiaras un poco el mundo.
ResponderEliminarbesos, no en tus mejillas, ni en tu boca, sino en tus manos, ya que ellas guian tus palabras,
carpe dien
Lyo
Las mariposas del amor (=
ResponderEliminarcuando encuentras a una persona lo suficientemente mágica para provocarlas
me encantó!
(=